Se ha dicho que una piedra chiquita afecta el movimiento de las olas del mar. Que un poquito de polvo puede provocar un avalancha. Que una sonrisa, puede arrancar un futuro épico. Bueno, la última parte lo inventé yo.
Andrés y yo nos conocimos en linea. Me mandó uno de estos «=) » y lo demás es historia. Me picó la curiosidad. Un niño de una tercera cultura (no un extraterrestre sino una mezcla de culturas) en Costa Rica. A quien le encantaba el Scrabble. A quien le encantaba servir a un grupo de jóvenes. A quien le gustaba contar chistes.
Después de escribir varios emails, nos conocimos por skype. La parte tosca fue muy corta puesto que después de unas tres horas nos dimos cuenta de que el tiempo se había volado y mejor siguiéramos la platica otro día. Pero entonces quería yo saber de que Andrés no estaba jugando conmigo (resultó que él quería saber lo mismo de mi).
Entonces para la próxima platica me dijo, «Heather, me gustaría tener algo más que una amistad contigo.»
Y le di la respuesta obvia y más alegre que podía, «Si!» (Un exceso de alegría puede parecer que no hablo en serio). Entonces me dijo de nuevo,
«Bueno, lo que quiero decir es que me interesa ser mas que amigo.»
«Si! Yo también.» Mis palabras flotaron por el techo pero para Andrés parecía una respuesta sin pies. OK. Una vez más…
«Heather, estoy interesado en tener algo contigo que termina en matrimonio.»
«Si!» le dije. Mmmm…pensó que si no lo entendía ya, será para la platica siguiente.
Y aquí estamos. Sumamente agradecidos que Dios nunca, pero nunca, llega tarde. Que sus provisiones han sido perfectas en nuestras vidas. Y que tenemos el privilegio enorme de seguirlo juntos.
Muchas gracias por formar parte de esta aventura con nosotros.
— Heather

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